Tuesday, June 19, 2007

Viajeros del Tiempo ©

Bienvenidos al Rosario de principios del siglo XX








Un tranvía a caballo circula por las desiertas calles rosarinas. Este tipo de coche abierto se usaba en verano. Tenía cortinas a los lados para que no le diera el sol, pero los pasajeros se quejaban por su falta de limpieza y la gran cantidad de tierra que entraba. (c. 1902)



Chicos con zancos e inmensas lagunas en pleno bulevar Santafesino (actual Oroño) y Jujuy. Después de una copiosa lluvia, la ciudad quedaba literalmente empantanada debido a los desniveles de las calles, pozos y la falta de desagües. (c. 1905)



Mala calidad del adoquinado. Luego de un día de tormenta, los adoquines de madera se levantaban y dejaban profundos pozos y lagunas en las calles, las que se volvían intransitables para los coches y tranvías rosarinos. (c. 1906)



Viviendas de lavanderas en las barrancas rosarinas. Fotografía tomada en noviembre de 1910.



Vereda este de la calle Mitre. La zona céntrica rosarina se caracterizaba por construcciones de una o dos plantas con marcado estilo europeo. Fotografía tomada en enero de 1914.



La esquina de Corrientes y Santa Fe en la primera década del siglo XX, donde convivían los antiguos coches de plaza con los primeros autos que circularon por Rosario.



La esquina del bar Central, que funcionaba debajo de una conocida academia de dibujo y pintura, era uno de los sitios más concurridos de principios de siglo. (c. 1910)



El Bristol, uno de los bares de ladrillos y chapa ubicados en las barrancas y a los que acudían los marineros que llegaban en los vapores y barcos mercantes a principios de siglo.



Un carro tirado por tres caballos circula por la calle Maipú en los últimos meses de 1910. Esta fotografía forma parte de un conjunto de placas que se tomaron con motivo del Centenario.



Interior del bar Germania en 1910. Ubicado en la esquina de Santa Fe y Mitre, fue también uno de los primeros restaurantes en servir comida a la carta. La baranda de madera de la izquierda separaba a las mesas de la confitería de la zona de billares.



El famoso “ombú de las ánimas”, el que fue derribado en 1902 porque obstruía el tránsito en la vereda. Estaba plantado en la calle Rioja entre Dorrego e Italia, y hacia fines de la década de 1850 su grueso tronco fue utilizado para atar a detenidos que iban a ser fusilados, por lo que “sus retorcidas raíces fueron numerosas veces regadas con sangre”.



La entrada del velódromo del Veloz Club Rosario, ubicado en el parque Independencia, en el año 1901. En nuestra ciudad, el amor por la bicicleta, “vehículo que suprime distancias y convierte en mito el espacio”, se sintió desde un primer momento. Tras la aparición de algunos ciclistas sueltos y de formarse unas pocas agrupaciones, el Veloz Club logró captar un número tan considerable de adeptos que en poco tiempo se hizo evidente la necesidad de tener un velódromo propio, el que se inauguró donde hoy está el club Gimnasia y Esgrima.

Video en homenaje a Héctor Nicolás Zinni
y su librería El Viejo Almacén


Si disfrutó de este blog, también puede seguir leyendo los artículos de "Combates por la historia", que publiqué en el diario La Capital en el año 2003. Se trata de cuatro entrevistas -a José Ignacio García Hamilton, Félix Luna, Jorge Vallejos, Gran Maestre de la masonería, y a Fermín Chávez- que ya se encuentran en: www.combatespornuestrahistoria.blogspot.com

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